sábado, 17 de abril de 2010

Suplementos nutricionales

Calcio. El aporte de este mineral es indispensable en esta situación pero lo importante es suministrar aquel que mayor biodisponibilidad tenga.

Magnesio. Este mineral es muy importante porque actúa equilibrando el suministro de calcio evitando que éste sea eliminado. Además, su deficiencia conlleva
una reducción de la concentración sanguínea de la forma más activa de la vitamina D. Debemos tener muy en cuenta
que sin la presencia de este mineral el calcio que ingerimos adicionalmente será depositado en otras partes del organismo y no en el hueso, con el riesgo que ese hecho conlleva.

Zinc, cobre y manganeso.

Una deficiencia de cualquiera de estos tres minerales tiene una acción negativa sobre la salud ósea.

Vitamina K. Sin una suficiente dosis de esta vitamina no podemos formar
osteocalcina, una proteína no colágena que está presente
en la matriz del hueso alrededor de cuya estructura
se fija el calcio.

Vitamina D. La vitamina D facilita la absorción del calcio a nivel gastrointestinal; además, moviliza los minerales de otras partes del organismo y los dirige hacia los
huesos. Nuestra capacidad para utilizar muchos minerales depende directamente de esta sustancia.

Antocianinas y proantocianidinas.
Se trata de flavonoides necesarios para que el organismo forme estructuras colágenas que estabilicen la masa ósea.

Ácido fólico. Aunque no está implicada directamente en la formación del hueso, la ingesta de folatos junto con boro ralentiza la aparición del de la menopausia ajustando los desequilibrios hormonales y desacelerando así la pérdida de densidad ósea.

Silicio. Es una sustancia indispensable para la absorción del calcio,
algo que demuestra su presencia en los puntos de calcificación
de los huesos en crecimiento.

Lisina. Recientes investigaciones han demostrado que
este aminoácido no esencial es necesario para el transporte
y la absorción del calcio

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